Parte 1.
La otra noche soñé con una momia…oh, pero que pena tuve al no poder imaginarme callejones donde, ni gente que asustar. Una triste criatura envuelta en papel higiénico bajo la noche eterna de mi sueno de aquella noche. Que desgracia imaginarme tan triste criatura, desolada en un mundo iluminado solo por sus dos ojos rojos . Su largo sollozo era lo único que se escuchaba por horas en este vacío llamado sueño.
La otra noche soñé con una momia…oh, pero que pena tuve al no poder imaginarme callejones donde, ni gente que asustar. Una triste criatura envuelta en papel higiénico bajo la noche eterna de mi sueno de aquella noche. Que desgracia imaginarme tan triste criatura, desolada en un mundo iluminado solo por sus dos ojos rojos . Su largo sollozo era lo único que se escuchaba por horas en este vacío llamado sueño.
-Yo
siendo príncipe en un cuentos de hadas, rey en poemas romanos y hasta un Dios
en canciones aztecas. Vedme aquí,
engañado- sollozaba la momia- donde están las aventuras, los tesoros y
la moral de esta historia. Yo que he reinado en la tierra donde los montes son
panques de chocolate cubiertos con azúcar glas, donde los ríos son aguas de
sandia, tamarindo y jamaica. Yo que con
mi dulce cantos logre vencer al Dios de la lluvia. Vedme aquí convertido en
esta horrible criatura, llamada momia…
Que inmensa pena tuve al ver a mi personaje
sufrir por la falta de imaginación que tuve aquella noche. Terrible vergüenza
me embriago al saber las sublimes hazañas que mi pobre momia tuvo en otras
historias y yo sin nada que ofrecerle.
-Si tan
solo arriba de mi hubiera una luna que me diera luz, una puerta con la que
pudiera soñar salir de este terrible sueño,- se quejaba la momia-soñar poder salir de este sueño,
imaginarme que en mis manos esta el poder salir de esta horrible pesadilla.
Imploro piedad al dueño de este sueño, misericordia a este humilde viajante de
historias.
Pero
que podía hacer yo, imaginarme una luna y una puerta tan solo para mentirle y
hacerle creer que podría escapar de mi pobre sueño? Si hubiese sido tan fácil,
lo hubiera hecho, pero no podía. No podía mentirle y hacerle creer que podía
escapar. No podía darle una dulce mentira y hacerle creer que detrás de una
puerta se encontraban los tesoros y las aventuras que tanto buscaba. Por mas pobre que mi imaginación fuera, por
mas dolor que este vacío le causara a mi momia, la mentira y la esperanza seria
peor.
Horrible
pesadilla de la que yo no podía despertar, mis manos cubrían mi rostro lleno de vergüenza
por la situación a la que yo había metido a mi momia. “Despiértate, despiértate
esto no es mas que una horrible pesadilla” me murmuraba una y otra vez, pero
mis ojos y mi cuerpo no me dejaban.
Mis
pensamientos me impidieron darme cuenta como de la nada apareció un libro en las manos de la momia. Curioso leía el
titulo, Silvia. Una sonrisa se ilumino en su rostro al leer la primera pagina,
una risa soltó al pasar a la segunda y una inmensa felicidad corrió por sus
venas al pasar a la tercera pagina. “Dios mío!!” pensé, seria posible que mi
propia momia tuviera en sus manos uno de mis mas grandes secretos. Que en medio de mis preocupaciones haya puesto
en sus manos un cuento incompleto que jamás debió leerse.
-Y sus
ojos cafés de ratoncita coqueta bajan del Tram,-leía la momia- dos muchachos
contemplaban su sonrisa que iluminaba Bucheggplatz.
-Que
bonita-dijo uno de los muchachos al otro.
-Ojos
tan bellos no había visto nunca en mi vida-replico el otro-esa mirada, esos
labios color fresa, esos cabellos que juegan con esta brisa solo pueden ser de
un angel.
-Sera
este libro la salvación de este sueño?- se pregunto la momia en voz alta
mientras leía.
-Y la
gente se preguntaba si aquel rostro angelical era el de un ángel o una Diosa-continuo
leyendo
Mis mas
grandes secretos eran descubiertos por esta horrible creatura, por un pedazo de
carne envuelto en papel higiénico que no era mas que un producto de mi
imaginación,un títere de mis pensamientos que desaparecería que tan solo
desearlo.
-Yo que
he sido príncipe, rey y Dios en otras historias jamás creí que pudiera haber
tanta felicidad en una tierra donde no hay nada, siendo un personaje sin libreto y de horrible rostro.
Pero he aquí, en este libro la razón por la que he sido creado. Que rey de
cuento de hadas no daría su reino por ser un humilde personaje en un cuento
para Silvia, y que no darían los Dioses por ser quien le cante a Silvia la
historia escrita en este libro.
Yo
quiero ser aquel héroe que todos envidian en los cuentos de hadas. Aquel que
sin salir del cuento puede cambiar el mundo real, aquel que con sus palabras da
felicidad y alegrías en el otro mundo.
“Que
absurdas ideas tenia que escuchar” , pensé.
-No son
ningunas tonterías las que digo,-exclamo la momia-piénsalo bien. Yo, que en
otras historias fui poemas y cantos, tengo la experiencia para contar estos
secretos. No necesito ser príncipe para decirle que no hay ojos mas lindos en
la tierra linda que los ojos coquetos que tiene Silvia. Que en las noches que
duerme las golondrinas vuelan hacia el
bacón de su casa a cantarle las mañanitas en las tibias mañanas. Y cuando abre
su lindos ojitos el cielo suspira, las golondrinas cantan y el sol le sonríe…Deja
que sea yo el que le de vida a estas bellas palabras, permíteme tener vida en
un cuento de este sueño raro. Que
felicidad me daría poder decirle a la hermosa Silvia los secretos de este bello
libro.
Jamás
en toda mi vida había tenido un sueño tan singular, tampoco había escuchado de
alguien que hubiese soñado algo como esto. Pero por mas locas que sonaran sus
ideas, me resultaba imposible decirle que no. Como decirle que no un personaje
de un sueño donde no he imaginado absolutamente nada? Y fue en esas dudas que
un pensamiento se me resbalo de mi cabeza y fue cayendo como una pluma blanca
por el obscuro sueño.
-Gracias,
gracias-tartamudeo la momia al ver a la pluma caer en sus manos- gracias, por
ofrecerme esta historia…
Parte 2
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